El coach profesional no se conforma con su preparación básica sino que va más allá a través de su plan personal de preparación continuo. Este plan debe incluir compromisos renovables a un año en lo referente a capacitación, desarrollo y práctica, así como el estudio y la interiorización y práctica del código ético. Adicionalmente, el coach de la AIDCP vive su profesión con pasión y es a través de ella que apoya a sus clientes para superar obstáculos.
Como modelos para nuestros clientes y para la sociedad, mantenernos en preparación permanente no es más que un compromiso con nosotros mismos, con nuestro desarrollo y crecimiento personal y profesional.
Los coaches procuramos la permanente indagación de los hechos y así mismo nos preguntamos donde estamos y hacia donde vamos y con las correspondientes respuestas viene el sometimiento a un nuevo auto-escrutinio: «Cómo lo lograremos, con qué herramientas contamos y cuales necesitaremos adquirir en el camino para llegar a la meta propuesta?». Entonces surge la necesidad de una permanente preparación que puede estar relacionada a una combinación de actividades tales como capacitación, autocapacitación, participación en foros y asociaciones, plasmar nuestro pensamiento en artículos que podemos compartir con nuestros prospectos y así ejercitar nuestra mente a través de la reflexión escrita, compartir con otros coaches o profesionales del desarrollo, debatir sanamente y leer libros entre otros.
Practiquemos el coaching con la preparación apropiada, con entusiasmo, en proactividad… con pasión.
¿Te unes?
«Promoviendo y difundiendo la actividad del coaching profesional»
Martin E. Orozco – CPC
Director – Asociación Internacional de Coaches Profesionales
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