El Trabajo Mental y Emocional de Los Niños

La importancia del trabajo mental y emocional de los niños en las escuelas deportivas

En el aprendizaje de un deporte, son 4 las partes fundamentales que engloban la enseñanza: La parte técnica, la parte táctica, la parte física y la parte mental-emocional.

En todas las escuelas se trabaja la parte técnica y táctica, en muchas la física; sin embargo, en muy pocas se trabaja la parte mental y emocional del niño.

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Hablando de tenis y/o pádel, llega un momento en la vida deportiva de los niños en el que las técnicas (los golpes) se igualan y es la parte mental y emocional la que muchas veces hace ganar o perder los partidos. No voy a decir nombres, pero casi todos conocemos jugadores profesionales talentosos que no tienen el ranking que sus golpes dicen. Por otro lado, todos conocemos casos de jugadores que no tienen los mejores golpes, sin embargo, en los momentos más críticos del partido sacan lo mejor de dentro y nos dejan con la boca abierta.

En mi opinión, tenemos que acercar a los niños a este último grupo de jugadores. Las emociones que viven son las mismas que vivimos cualquiera de nosotros. La diferencia radica en CÓMO LAS AFRONTAN. Por mi experiencia, son 3 las emociones que sí o sí tenemos que enseñar a gestionar como padres y entrenadores: El miedo, la ira y la tristeza. Claro que todas son importantes, pero si tuviera que empezar por alguna, empezaría por estas tres, ya que son las que más me encuentro en los entrenamientos y en los partidos, y son las que hacen que los niños pierdan por completo su equilibrio, no disfrutando nada del deporte.

Hay muchos estudios que hablan sobre la gestión de las emociones en los niños; muchos consejos, muchas claves y muchos pasos a seguir, sin embargo, yo me quedo con una clave dirigida a padres y entrenadores: Dar ejemplo de cómo afrontamos las situaciones. Somos sus referentes, espejos para ellos. Si el entrenador o el padre o madre ante una discusión con el rival, reacciona con ira, ten por seguro que el niño reaccionará igual. Por mucha teoría que acumulemos, por mucha teoría que les expliquemos, si no damos ejemplo, siempre nos resultará más difícil trabajar y obtener resultados.

«La palabra convence, pero el ejemplo arrastra»

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Pepo López
MentorCoach Deportivo y Personal

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