Estar Presente

Te Deseo…
Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
te sentirás bien por nada.

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Con esta bella introducción del francés Victor Hugo, los invito a que continuemos nuestro recorrido por las 8 competencias enmarcadas en la visión del coaching de la AIDCP™.

Si acaricias de verdad a un perro, si escuchas de verdad a un jilguero, entonces sabrás lo que es estar presente.

Estar Presente Para Poder Escuchar de Verdad

Oh, qué reto!
¿Cuántas veces al día estamos tratando de escucharnos a nosotros mismos? Cuántas otras está nuestro cuerpo en frente de quien nos habla pero en realidad no estamos ahí… o sólo estamos y nos vamos para luego regresar sin saber lo que se nos dijo.

La tercera competencia del coach profesional de la AIDCP™ reza así:

«El coach ha desarrollado la habilidad para silenciar su mente y eliminar sus propias preocupaciones en pos de estar 100% presente durante la sesión con el cliente y de esta forma poder captar el mensaje completo que este le transmite desde sus canales digital y analógico (palabras, calidad de la voz, respiración, movimientos y gestos). Durante este proceso el coach facilita la conexión con el cliente, cierra su propio intelecto y abre su propia intuición y creatividad.».

Colegas, no basta la certificación; hay que practicar!

Para silenciar nuestra mente y más aún, para cerrar nuestro intelecto y poner al servicio de la sesión de coaching nuestra creatividad, se requiere practica, caracter, sensibilidad, se requiere dejarse influenciar para poder que el cliente entre en nuestro círculo de influencia y liderar un proceso de verdadera transformación donde al ser escuchado, el cliente se siente respetado y la luz llega casí que por sí sola. Pero «Ojo» se requiere práctica y para esta práctica, diferentes métodos:

  • Ejercicos de PNL.
  • Ho’oponopono.
  • Yoga.
  • Meditación.
  • Abrir y cerrar chacras.
  • Caminar descalzos por la arena, por la tierra.
  • Abrazar un árbol y pedirle que neutralice nuestra energía en ebullición.
  • Horas, muchas horas de práctica frente a nuestros interlocutores con el firme propósito y con la determinación de no interrumpir, de comprender no solo las palabras; sino también, el lenguaje corporal. Horas para escuchar… no para hablar o para dictar soluciones a nuestra medida.

Particularmente practico el Ho’oponopono y la activación de chacras que tienen además otras connotaciones en la energía que se genera con el cliente durante la sesión.

… y tú?
¿Qué práctica realizas para estar presente, para no dejar que tu intelecto te dicte las respuestas y para despertar tu creatividad durante la sesión?

Comparte tus comentarios más abajo…

Te deseamos muchos éxitos!

“Promoviendo y difundiendo la actividad del coaching profesional”

Martin Orozco
 
 
Martin E. Orozco – CPC
Coach Profesional Certificado

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