La Aprobación de Los Demás

Desde hace un tiempo tenía ganas de escribir sobre el tema. Personalmente me habría encantado leer algo parecido en muchos momentos de mi vida, siendo para mí un bálsamo curativo y de esperanza, reconfortante y portador de una palabra en mayúsculas: ADELANTE. Después he aprendido que las cosas llegan cuando tienen que llegar, ni antes ni después, cuando estamos preparados para comprenderlas, en ese momento justo para continuar con nuestra evolución. Además en este momento las palabras nacen y afloran desde dentro, desde mi interior, ese gran maestro que todos llevamos y no siempre escuchamos.

La aprobación de los demás… Creo que es algo que nos condiciona tanto en nuestra vida… ¿Qué pasa si no contamos con la aprobación de los demás?

Puede que muchas veces dejemos de hacer aquello que queremos realmente, que dejemos de ser nosotros mismos por complacer a otros, que creamos que hacemos cosas que “están mal” porque eso les parece a ellos, que nos sintamos mal y creamos ser responsables de cómo se sienten los demás si elegimos nuestro camino y nos escuchamos, que nos tapemos porque no siempre “podemos” mostrar nuestra felicidad a no ser que estemos preparados para la avalancha de críticas y comentarios de personas a las que les molesta tu alegría, tus ganas de vivir y el brillo de tus ojos, que toleremos comportamientos tóxicos e insultos, que esté mal visto que no pasemos por el aro, que no se reconozca nuestro trabajo y nuestros avances e incluso “estén mal” porque como “eres fuerte” y “te sales del camino establecido” puedes despertar envidias, es mejor seguir al rebaño y sin hablar… Y así se podría completar una lista interminable.

Mi manera de ver las cosas me hace no querer centrarme en esa lista aunque sí quiero que quede constancia. ¿Qué pasa entonces? Te vas anulando y te vas moldeando para encajar lo más posible, que esté todo en orden (el “normal” dependiendo del entorno) y aquí todos contentos. Todos menos tú, claro. Queremos la aprobación de los demás y sin ella no damos un paso porque nos quedamos solos y somos los “raritos”, y eso da miedo.

El tiempo pasa, vives, te vas conociendo, vas trabajando en ti, en mejorar las cosas que quieres, te vas escuchando, vas aprendiendo, vas abriendo tu mente y tu corazón, te das cuenta de que eres un ser único, especial y maravilloso que está viviendo la vida de otros… ¡De otros! Pues bien, NO ES NORMAL dejar de ser tú ni tolerar ningún comportamiento que atente contra ti bajo ningún concepto, venga de quién venga. Si para respetarte a ti tengo que perderme el respeto a mí, conmigo no cuentes.

Somos todos humanos, aprendiendo y compartiendo esta experiencia. Para construir relaciones sanas es importante establecer límites, escucharnos, respetarnos y evidentemente aceptarnos. Si fuéramos perfectos no seríamos humanos, el tema es que nos centremos en nosotros y en hacernos responsables de nuestros sentimientos, emociones, de nuestra gestión, de nuestra vida y de nuestra felicidad. No somos responsables de la vida de los demás ni de su felicidad, eso es responsabilidad de cada uno, cada uno con su vida.

Cuando uno es una persona completa y feliz, comparte su vida con las personas porque las elige, no porque las necesita, que es algo muy diferente. Yo soy feliz y comparto mi felicidad contigo, mi alegría y todo lo que quiera compartir, no necesito que tú me hagas feliz porque ya soy feliz, mucho, y pretendo serlo cada día más. Si vienes de corazón aquí estaré siempre, te lo aseguro. Si no es así, evidentemente no te quiero en mi vida, y puede que algún día vuelvas a estar, cuando mi felicidad te haga feliz y quieras relacionarte conmigo desde el corazón. En mi vida quiero, merezco y elijo tener relaciones sanas en todos los ámbitos.

Yo me comprometo a hacerme responsable de mí, ¿y tú? ¿Tienes algún compromiso contigo?

Que los demás no aprueben lo que hagas no quiere decir que estás equivocado, lo que los demás piensan es la opinión de los demás, la única persona que realmente sabe si vas en el camino correcto eres . Si hay paz dentro de ti no puedes estar equivocado, por eso es muy importante que te conozcas, que te valores, que te cuides y que te hagas responsable de ti.

El camino no es fácil, habrá muchas dudas, miedo, puede que camines solo muchas veces, pero te aseguro que ser tú no tiene precio. Para mí esto no son palabras que quedan bien al escribirlas, es una REALIDAD, y quién es AUTÉNTICO lo sabe, y sabe el trabajo y experiencias que hay detrás, y reconoces con tan sólo una mirada a quién también lo es. A la vida, a la energía, al Universo (llámalo como quieras) no hay manera de engañarlo, sólo te engañas a ti mismo si así lo crees.

Cuando uno es diferente, raro, oveja negra, especial… A parte de no encajar, muchas veces no interesa, no eres manipulable, porque piensas diferente, en ocasiones sólo porque piensas, y eso a veces cuando alguien está en otro punto y no ve lo que tú ves es un problema… No estás loco, no estás pirado, no estás mal de la cabeza…. A mi parecer estás más cuerdo y lúcido que nunca.

Tengo que decir que personalmente ha sido a mis 36 años cuando he aceptado que no le caigo bien a todo el mundo, ni le voy a caer, que mucha gente me quiere y por los mismos motivos otra me odia, que hay gente a la que le encanta verme feliz y a otra no, que soy diferente y quiero serlo, me encanta serlo, no encajo en todos sitios y no quiero encajar… Doy gracias de no encajar. ¿Puede sonar cañero? Sí, tanto como real. Tan real como yo, tan real como tú.

Y era tan fácil como eso, que no con todo el mundo cuadramos, ni en todos sitios… y no pasa nada, la vida fluye sin forzar y simplemente escucha lo que te dice tu interior… Hazte caso, escucha tu voz porque está contigo.

Era tan fácil como aceptarlo, normalizarlo y fluir con toda naturalidad. Siempre dando gracias por el aprendizaje, abiertos a lo nuevo que va a llegar a nuestra vida y siendo responsables de una gestión sana de estas situaciones. La guerra o la paz están en el interior de cada uno, y desde ahí te relacionas.

Y cada día la elección es nuestra, vibrar en miedo o en amor… Yo elijo el AMOR.

Me encanta cuando la vida me regala a estas personas, especiales, despiertas, diferentes, profundas, penetrantes, interesantes, con estilo propio, edición limitada, hechas de realidades y no de palabras, con historias y experiencias de vida espectaculares, auténticas… Existen y son maravillosas. Gracias, siempre. Gracias, compañeros de vida.

Así que si eres una de ellas grábate a fuego que la única aprobación que necesitas es la tuya, porque ésta es tu vida… ¡ADELANTE!

elena cantero

 
 

Elena Cantero Pascual
Experto en Coaching, Inteligencia Emocional y PNL